Ser restauradora es la respuesta a mis generaciones pasadas, llevamos el Arte en las venas desde hace tres generaciones, de una u otra manera y en diferentes disciplinas. Yo desarrollo mi arte en la Restauración de obras de arte.
La restauración ha acentuado progresivamente mi paciencia, el respeto hacia las pequeñas cosas, las que para algunos no tienen valor y sin embargo para el cliente sí lo tiene, a escuchar a la obra por encima de todo, empatizando con ella y a encontrar soluciones a nuevos retos.
En mi trayectoria profesional, de más de veinte años, he tenido la gran suerte de trabajar en Pintura mural y Piedra en la Basílica de San Francesco en Italia; Escultura en el retablo mayor de la Catedral de Santiago de Compostela, Pintura en lienzos de la capilla de las Escuelas menores de la Universidad de Salamanca, Piedra policromada en escultura móvil del artista Paco Barón, Escayolas policromadas en el Alcázar y Esgrafiados en la ciudad de Segovia, Dorado tradicional en el Palacio Real de Madrid,…he experimentado con todo tipo de materiales aprendiendo y reforzando conocimientos.
También la suerte de trabajar con el cliente privado, donde cada pieza que te entrega es una historia y una ilusión por recuperar su singularidad.
La Coordinación de equipos de restauración y la realización de las memorias de cada uno de los trabajos me han hecho conocer excelentes personas y profesionales así como profundizar en las obras obteniendo un conocimiento altamente enriquecedor a nivel profesional y personal.
El encuentro común en todo este tiempo sigue siendo el respeto, la conservación por encima de la restauración y la responsabilidad en cada una de las obras de arte que se me han confiado.
María Pérez Mínguez .com 